1: Spinoza: sus antecedentes e inserciones históricas.
2: Motivaciones ético-políticas de su ontología.
3: La originalidad del fenómeno spinozista.
4: El eufemismo en Spinoza.
5: El conocimiento adecuado y la definición genética.
6: El problema de la “substancia” spinozista y sus interpretaciones.
7: La crítica de la conciencia en el spinozismo.
8: Atributos y modos.
9: El problema de los modos mediatos infinitos.
10: El conatus.
11: Las pasiones, la imaginación y el conocimiento.
12: El ideal emancipatorio de la filosofía spinozista.
13: El paralelismo de las series y la concepción del ordo et conexio.
14: Sentido y problema del método more geometrico.
15: La crítica spinozista del lenguaje y la exégesis bíblica como hermenéutica.
16: La teoría del conatus y la crítica de los regímenes políticos.
17: La valoración del sistema democrático.
18: La libertad del pensamiento.
19: Spinozismo y ecologismo.
20: Recepciones y proyecciones del spinozismo: la crítica ilustrada.
El filósofo holandés Baruch (o Baruj) Spinoza (Ámsterdam, 1632-La Haya, 1677), un judío de origen sefardí, hispano-portugués, defendía un pensamiento libre en un mundo laico.
Es considerado el sucesor del cartesianismo, aunque critico su racionalismo
por no llegar a sus últimas consecuencias. Conforma con el francés René
Descartes y el alemán Gottfried Leibniz la gran triada racionalista de la filosofía
del siglo XVII.
Spinoza se formó en la comunidad judío-portuguesa de Ámsterdam, que en el
segundo tercio del siglo era una comunidad relativamente abierta en el contexto
europeo, beneficiada por una amplia libertad religiosa, lo que no fue óbice
para que muchos judíos marginaran al joven pensador, demasiado heterodoxo para
su gusto, pues sus escritos tempranos ya mostraban sus controvertidas ideas con
respecto a la autenticidad de la Biblia hebrea y la naturaleza de la única
divinidad. Finalmente las autoridades religiosas judías emitieron un dictamen (cherem) en su contra, lo que provocó que
fuera expulsado y rechazado por la sociedad judía en 1656.
Marchó entonces a un arrabal de la ciudad y en 1660 comenzó un itinerario por otras ciudades holandesas, como Rijnsburg, Leyden y finalmente La Haya, siempre ganándose la vida como pulidor de lentes y relativamente aislado de sus vecinos, tanto judíos como católicos o
protestantes, aunque mantuvo una copiosa correspondencia con otros
intelectuales contemporáneos.
Entre los acontecimientos que marcaron su vida destaca el asesinato el 20 de agosto de 1672 de los hermanos Jan y Cornelis de Witt, dos políticos que habían defendido la democracia republicana frente a la pulsión autoritaria de los Orange. Desde entonces Spinoza se planteó defender los ideales de aquellos aunque eso le condenara al ostracismo.
En los dos últimos decenios de su vida, desarrolló una breve pero fundamental obra filosófica racionalista, en especial
su obra magna, la Ética, que se
publicó póstumamente en el mismo año de su muerte (1677). En ella se opone al
dualismo cartesiano de mente y cuerpo, e identifica a Dios con la naturaleza en
un panteísmo materialista. Aunque ha sido etiquetado como ateo, jamás argumenta
en contra de la existencia de Dios, sino que elucida cuál es su esencia, y
determina que es la natural.
Desde su temprana muerte fue denostado por su crítica de la
ortodoxia religiosa y por ejemplo sus libros Ética (1677), Tratado político (inacabado y publicado póstumamente en 1677) y el Tratado
teológico-político (publicado anónimamente en 1670 y prohibido en 1674 en Holanda), fueron incluidos en 1679 en el catálogo
de la Inquisición Index Librotum
prohibitorum, aunque sus libros circularon de forma clandestina en la Europa protestante y católica así como en los ambientes más modernos del
judaísmo.
Finalmente, fue reivindicado por los grandes filósofos alemanes idealistas
de principios del siglo XIX, como Schleiermacher, Hegel o Schelling, que le
consideraban uno de los padres del pensamiento moderno, influyó decisivamente
en Nietzsche, y en fechas más recientes, Gilles Deleuze le ha proclamado como "el
príncipe de los filósofos".
En su casa de Rijnsburg (cerca de Leyden), donde vivió entre 1660 y 1663, se guarda su escritorio y una reconstrucción de su biblioteca, de apenas centenar y medio de libros, en la que destacan autores como Petrarca, Maquiavelo, Cervantes o cinco biblias.
FUENTES.
Internet.
Documentales
/ Vídeos.
Libros de Spinoza.
Spinoza, B. Etica. Editora Nacional. Madrid. 1980. 448 pp. Título completo: Ética: demostrada según el orden geométrico. Traducción y edición de Pedro Lomba. Trotta. 2020. 464 pp.
Spinoza, B. Tratado Teológico-Político y Tratado Político. Tecnos. Madrid. 1966.
Spinoza, B. Correspondencia. Traducción de Atilano Domínguez. Guillermo Escolar. 2020. 400 pp.
Spinoza, B. Obras completas y biografías. Traducción de Atilano Domínguez. Guillermo Escolar. 2021. .1.512 pp. Sus obras completas, más las cinco biografías coetáneas.
Libros de otros.
Abdo Ferrer, Cecilia. Contra las mujeres. (In)justicia en Spinoza. Antígona. 2020. 118 pp.
Albiac, Gabriel. La sinagoga vacía. Un estudio de las fuentes marranas del espinosismo. Tecnos. 2022. 680 pp.
Bayle, Pierre. Escritos sobre Spinoza y el spinozismo. Trad. de Pedro Lomba. Trotta. 2022. 222 pp. El pensador francés divulgó a principios del siglo XVIII las ideas de Spinoza.
De la
Cámara García, María Luisa. Métoikos.
Spinoza trágico. Dykinson. 2022. 222 pp.
Domínguez, Atilano. Spinoza. Vida,
escritos y sistema de filosofía moral. Guillermo
Escolar. 2019. 528 pp.
Jelles, Bayle, Kortholt, Colerus y Lucas. Biografías de Spinoza. Traducción y edición de Atilano Domínguez. Guillermo Escolar. 2020. 312 pp.
Lenoir, Frédéric. El milagro de Spinoza. Traducción de Ana Herrera. Ariel. 2019. 166 pp. Extracto: Spinoza o cómo salvar la democracia. “El País” Ideas 195 (10-II-2019). El filósofo holandés ya advirtió que la emoción nos puede hacer votar a demagogos, contra la razón, y es que muchos seres humanos carecen de suficiente racionalidad. Las dos soluciones son el castigo exterior para obligar a hacer el bien y también la educación, con más cabezas ‘bien hechas’ que ‘bien llenas’. Su ética se basa en tres afectos fundamentales, de los que se derivan los demás: el deseo, la alegría y la tristeza.
Misrahi, Robert. Spinoza. EDAF. Madrid. 1975. 306 pp.
Nadler, Steven. Spinoza. Trad. de Carmen García Trevijano y A. Useros. Akal. 2022. 448 pp.
Nadler,
Steven. Un libro fraguado en el infierno.
Trad. de Manuel Abella. Trotta. 2022. 344 pp. Sobre la obra esencial de Spinoza, el Tratado teológico-político (1670).
Peña García, Vidal I. El materialismo de Spinoza. Revista de Occidente. Madrid. 1974. 190 pp.
Tejeda Gómez, Cristián Andrés. Spinoza. Una política del cuerpo social. Gedisa. 2020. 160 pp.
Artículos.
Pancorbo, Luis. El icosaedro de Spinoza. “El País” El Viajero 897 (8-I-2016) 8. La casa del filósofo en Ámsterdam.
Andrés, Ramón. El valor
de no aceptar el juego. “El País” Babelia 1.495 (18-VIII-2020). Un resumen
del pensamiento spinoziano.
Pardo, José Luis. Otra
vez la ética. “El País” Babelia 1.495 (18-VIII-2020).
Llovet, J. Marginalia.
Lliçons d’Espinoza. “El País” Quadern 1.841
(11-II-2021).
Llovet, J. Marginalia. Spinoza, maleït. “El País” Quadern 1.860
(4-VII-2021). La severa condemna judaica el filòsof.
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