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miércoles, 8 de julio de 2020

Los antecedentes de la filosofía griega. Los presocráticos en Jonia.

LA FILOSOFÍA ANTIGUA.
PRÓLOGO.
INTRODUCCIÓN.
Etimología y concepto de Filosofía en la Grecia Antigua.
Períodos de la filosofía griega.
Las fuentes de la filosofía griega.

I. LOS ANTECEDENTES DE LA FILOSOFÍA GRIEGA.
La sociedad griega arcaica.
La religión griega y la estructura del pensamiento prefilosófico.
Las fuentes del pensamiento griego.
La influencia oriental.
Los mitos griegos.
La filosofía griega entre el Mythos y el Logos.
Ciencia y filosofía en la Grecia Antigua.
El problema de la naturaleza.
Los primeros filósofos.
Las cosmogonías míticas en la Grecia Antigua.
El orfismo.
Homero.
Hesíodo.
Los 'siete sabios'.

LOS PRESOCRÁTICOS EN JONIA.
El nacimiento de la filosofía en Mileto.
La filosofía como Physis.
La sociedad jonia.
El comercio en las ciudades de Asia Menor.
Las nuevas clases sociales.
Filosofía y necesidades prácticas.

LOS MILESIOS.
Tales de Mileto.
Tales: La utilización del saberSaber y experiencia.
Anaximandro y los orígenes de la cosmología griega.
El apeiron.
El fragmento de Anaximandro: sus interpretaciones.
Anaxímenes.

HERÁCLITO.
Heráclito. Vida y obra.
Los temas del pensamiento de HeráclitoDialéctica y Logos.
El lenguaje de los fragmentos.
Heráclito en la historia de la filosofía.

LOS PITAGÓRICOS.
Pitágoras y los llamados pitagóricos.
Armonía, Cosmos, Nomos.
Pitagorismo y política.
La actualidad del pensamiento pitagórico.
La antropología de Alcmeón de Crotona.
La mística del siglo VI.

LOS ELEATAS.
Jenófanes de Colofón.
Elea y la estructura social de las colonias en la Magna Grecia.
Parménides y la filosofía del ser.
Verdad y opiniónLas interpretaciones del poema de Parménides.

EMPÉDOCLES.
Vida.
Empédocles y la nueva idea de la naturalezaEl amor y el odio.

ANAXÁGORAS.
La teoría del Nous en Anaxágoras.

EL ATOMISMO.
El atomismo y la composición de la materia.
Leucipo.
El enigma de Demócrito.
Materialismo e idealismo: los orígenes de una alternativa filosófica.

LOS SOFISTAS.
Continuidad y discontinuidad en la historia de la filosofía.
La Polis griega y la democracia.
Nomos y Physis.
Los sofistas como educadores.
El problema del Logos y la expansión del pensamiento.
Protágoras y el fenómeno del conocimiento.
Gorgias.
Ética y lenguaje.
La retórica.
La Paideia griega.

LA FILOSOFÍA ANTIGUA.

PRÓLOGO.
Plantearnos una vez más dónde colocar las fronteras del tiempo y el lugar en los que nació la filosofía no es una distracción banal. Supone adoptar un compromiso, entregarse a una decisión arriesgada. Supone coger un hombre y una sociedad, sitos en un tiempo y un lugar con cierta precisión, para trazar alrededor de estos referentes una delgada línea fronteriza y luchar por defenderla con el ánimo dispuesto para los más atroces ataques ajenos y propios, pues no son peores los de la autocrítica. Es el problema del límite, como decía el filósofo español Eugenio Trías para su entero sistema filosófico.
Para estudiar la filosofía antigua debemos aprehender los rasgos esenciales del mundo antiguo. De entrada, hay que leer historias generales de Grecia y Roma, así como monografías sobre sus creaciones sociales y culturales. Todo el gran desarrollo teórico de los griegos estuvo condicionado y alimentado por el marco total de preocupaciones, intereses y proyectos sociales que constituyó su vida. Y este fermento social se da en Grecia con una particularidad que no se ha dado posteriormente en ninguna otra civilización, pues la filosofía posterior, si nació en parte de su entorno, también evolucionó desde la filosofía griega, por lo que esta adquiere una condición primigenia sin igual. Como dijo en una conferencia en 1997 en Palma de Mallorca el filósofo español Emilio Lledó, «a pesar de las supuestas o reales influencias de filosofías orientales, la filosofía griega, el lenguaje filosófico griego, surgió de una experiencia inédita, de una especie de magma original, no interferido todavía por directrices terminológicas, por problemas filosóficos concretos».
Y para comprender la filosofía antigua en su radical profundidad hay que enlazarla con el mundo moderno, pues esa es su suma grandeza, la de que quienes meditaron sobre los problemas más eminentes del hombre abrieron el arduo camino a nuestro pensamiento sobre esos mismos problemas en la actualidad o en nuestro futuro. En sus páginas, tantos siglos atrás, encontramos a menudo las respuestas más brillantes y exactas a las cuestiones más cruciales del hoy.

INTRODUCCIÓN.
Sus grandes figuras son Tales, Heráclito, Parménides, Jenófanes, Pitágoras, Epicuro, Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles..., algunos de los cuales encabezaron grupos nutridos de otros filósofos e incluso sectas religiosas. En especial la Academia platónica y el Liceo de Aristóteles fueron escuelas filosóficas de extraordinaria influencia en la cultura de la Antigüedad y su influjo ha llegado hasta nosotros con enorme intensidad, transformando nuestra concepción de la naturaleza del mundo, la vida, la sociedad o la política. El filósofo alemán Wilhelm Windelband (1848-1915) escribió con acierto a finales del siglo XIX:
«La Filosofía griega ha creado, con un total de conocimiento relativamente escasos y con una grandiosa simplicidad, las formas conceptuales para la elaboración intelectual de esos conocimientos y ha desarrollado, al par, con la osadía de su reflexión, los puntos de partida necesarios para meditar sobre la realidad. Nuestro lenguaje actual y nuestra concepción del mundo están totalmente impregnados por los resultados de la ciencia antigua: y la ingenua rigidez con la que los filósofos antiguos persiguen separadamente los motivos de reflexión hasta sus más unilaterales consecuencias, es apropiada para poner de manifiesto la necesidad objetiva y subjetiva con que se originan no sólo los problemas filosóficos, sino también las direcciones, continuamente repetidas en la Historia, de sus intentos de solución.» [Windelband. cit. Capelle. Historia de la filosofía griega1954: 7.]

Etimología y concepto de Filosofía en la Grecia Antigua.
La filosofía surge etimológicamente de las palabras filía(amor) y sofía (saber). El filósofo sería el amante del saber y la filosofía su actividad de búsqueda del saber total, «el amor de la sabiduría».
Para los griegos, el saber y la filosofía coincidían, pero se distinguía entre un saber común —afectado de apariencia y engaño, propios de la doxa u opinión— y un saber profundo, revelador de la realidad —el epistemeo conocimiento verdadero: sabiduría o ciencia—; de aquí surgió un cierto elitismo de los filósofos y de la filosofía, que perduró hasta que las diversas ciencias ocuparon —sobre todo a partir de la I Revolución Industrial— buena parte del lugar que antes ocupaba la filosofía. En tiempos de Platón y Aristóteles las ciencias empíricas se habían ya separado de este saber profundo, o “filosofía primera”, que trataba del ser de las cosas (las ideas en Platón, las causas últimas en Aristóteles). A la filosofía, por otro lado, le correspondía un doble movimiento: el ir de las cosas prácticas y concretas a lo abstracto y universal (dimensiones metafísica, lógica y crítica) y el de volver de lo abstracto a lo concreto (dimensiones verificativa, ética y cosmológica); un tercer movimiento, el de controlar los otros dos movimientos anteriores (la cuestión del método), no cobró relieve en la filosofía hasta la época moderna.
En la etapa posaristotélica la filosofía fue entendida como una explicitación de lo real, hecha por profesionales encargados de enseñar una técnica de reflexión y una manera de vivir (escepticismo, epicureísmo, estoicismo) y el cristianismo —que era también una manera práctica de vivir y una interpretación de la vida a partir de una comprensión de fe— vio desde el principio esta filosofía como limitación e incluso como oponente. 

Períodos de la filosofía griega.
Hay numerosas clasificaciones de los periodos de la filosofía griega, casi tantas como los grandes tratadistas que han existido, y a menudo hallamos grandes diferencias según las adscripciones (o corrientes) nacionales: los británicos se complacen en separar un periodo arcaico, uno clásico y otro helenístico; los alemanes se inclinan por resaltar la importancia del periodo presocrático; los franceses tienden a exponer con fruición las escuelas posaristotélicas. Además, aquí y allá abundan los versos sueltos, los historiadores que aportan su visión radicalmente diferente de todo lo anterior, incluso si son sus propios nacionales. Y lo más extraordinario, síntoma de la inmensa riqueza del pensamiento griego, es que todas esas divisiones iluminan con gran mérito y con menor o mayor acierto nuestro camino.

A mi juicio la mejor división es la del historiador de filosofía alemán Wilhelm Capelle, quien distingue:
1) Un primer periodo de Filosofía natural, desarrollado desde Tales hasta el inicio de los sofistas, entre 600 y 430 aC.
2) Un segundo periodo de Filosofía ática, que se inicia con los sofistas y Sócrates, incluye a Platón y Demócrito, y termina con la muerte de Aristóteles en 322 aC.
3) Un tercer periodo, el de la Filosofía helenística, que se inicia con las escuelas socráticas y termina con el triunfo del cristianismo, ya en el siglo IV dC.

Las fuentes de la filosofía griega.
Las fuentes de la filosofía griega se clasifican en primarias y secundarias.
1) Las primarias son las obras y los fragmentos de los filósofos. Platón es el primero del que nos han llegado sus obras completas y de Aristóteles tenemos muchas obras completas. De los demás filósofos sólo nos han llegado fragmentos más o menos extensos, pues ya en época de Alejandro apenas había ya escritos de los presocráticos, la mayoría conservados en la Academia y el Liceo atenienses, donde serían leí­dos, recopilados y criticados por los discípulos de Platón y Aristóteles.
2) Las secundarias son los testimonios de escritores posteriores. Las principales son las obras de Platón y Aristóteles, la doxografía y las biografías. Menos relevantes son las fuentes de cronología, las polémicas y los comentarios. El mejor especialista sobre el tema de las fuentes es Diels (léase su Prólogo a Doxographi Graeci1878).
- Respecto a la filosofía presocrática son muchas las referencias en las obras de Platón y Aristóteles. La mejor fuente es Aristóteles, cuyo primer libro de la Metafísica es el primer ensayo de historiografía filosófica, además de que tiene numerosas referencias en casi todos sus escritos.
- Los doxógrafos fueron escritores tardíos de la filosofía griega, que recopilaron las opiniones (doxai) de los filósofos. El primer doxógrafo fue Teofrasto, en Opiniones físicas (16 libros), una obra que se centraba únicamente en la filosofía “natural”, de la que se ha conservado un capítulo y otros fragmentos del primer libro (sobre los principios: arjai) en el Comentario de Simplicio (siglo VI dC) a la Física de Aristóteles, más un fragmento extenso del último libro (De sensibus: la fisiología de los sentidos) en dos manuscritos. A partir de este, los sucesivos doxógrafos, para tratar a los filósofos naturales, ya trabajaron sobre las obras de Teofrasto, pues carecieron de acceso a las obras de los presocráticos. Es poco probable que también utilizaran los escritos del estoico Posidonio de Apamea (130-50 aC), un célebre investigador, pues parece que este se centró en los grandes pensadores áticos.
- Dos doxografías importantes son los Placita philosophorum, atribuidos al Pseudo Plutarco (c. 150 dC), y las Eglogas físicas (Epítome) de Juan Estobeo (siglo V dC). Diels defendió que ambas fuentes están tomadas de los Placita de Aecio (c. 100 aC), que a su vez provenían de una obra, Vetusta Placita, de autor desconocido, pero que Diels supone un estoico ecléctico del círculo de Posidonio, quien se sirvió a su vez de las Opiniones de Teofrasto. Aecio, por su parte, en su Placita nos transmite muchos fragmentos de autores posteriores a Sócrates.
- Cicerón es otro doxógrafo importante, pues en sus obras expone las doctrinas de numerosos filósofos griegos, aunque tomados de segunda mano (la Vetusta Placita) y de tercera mano (la Placita).
- La doxografía más significativa para elaborar la biografía de los filósofos es el primer libro de la Refutación de todas las herejíasde Hipólito (siglo III dC), que fue atribuido por error a Orígenes con el título Philosophoumena.
- La obra biográfica más importante es la de Diógenes Laercio (siglo III dC), autor de Vidas y doctrinas de los filósofos (diez libros), conservada entera. Es una historia de las distintas escuelas filosóficas, según el método de las llamadas Sucesiones (diadochai), ya practicado por Soción de Alejandría (siglo II aC) y otros autores, cuyas obras se han perdido. La obra de Laercio tiene dos doxografías distintas: una biográfica-anecdóctica (acumulada al azar y con muchas fantasías, aunque muchas son de gran valor) y otra expositiva. Tiene el inconveniente de que es una obra tardía, que se basa en las obras de los alejandrinos, a su vez muy documentalistas pero influidos por el peripatético Aristoxeno (muy aficionado a las anécdotas maliciosas sobre la vida privada).
- La cronología tiene una fuente esencial en Apolodoro de Atenas, con su Crónica (h. 140 aC), que utiliza las Cronografíasde Eratóstenes de Cirene (siglo III aC), de las que hace una versión en trímetros yámbicos. Es una obra de cronología histórica general, que en su primera versión va desde la caída de Troya (1184 aC) hasta el 144 aC, y en una segunda versión se extiende desde la muerte de Carneades (129-128) hasta c. 110 aC, en la que hace numerosas referencias a filósofos (por ello Laercio utilizó, indirectamente, la Crónica). El tiempo de cada filósofo se indica mediante su florecimiento (acmé en griego o floruit en latín), que se considera generalmente a los 40 años de edad.
- Varios autores polemizaron contra escuelas y doctrinas precedentes, lo que nos ha legado varias referencias importantes. Destacan: Plutarco en su polémica contra el estoicismo y el epicureísmo; Sexto Empírico, que defiende su escepticismo criticando las doctrinas dogmáticas; los autores cristianos que combaten la filosofía pagana.
- Los comentarios del neoplatónico Proclo (siglo V dC) y de Simplicio a Platón y Aristóteles. También la obra de Aulo Gelio, Noches áticas (h. 150 dC), Ateneo (h. 200 dC) y Eliano (h. 200 dC).
Una tentación es omnipresente en los lectores de los textos de la filosofía antigua, en especial de los presocráticos: otorgar a los textos significaciones propias de la filosofía moderna, como, por ejemplo, concepciones kantianas. Por contra, Zeller, Capelle y otros tratadistas nos advierten que debemos leer a los primeros filósofos con la mayor simplicidad posible, sin atribuirles ideas que no tuvieron, y traducir los conceptos situándolos en su contexto, evitando interpretaciones modernas (muy alejadas de la cultura antigua) de las palabras.
Asimismo, para un estudio científico, es conveniente leer a los filósofos griegos en su propio idioma, y, afortunadamente, para ello tenemos las ediciones bilingües en griego y español de la Editora de Estudios Políticos y otras editoriales especializadas.

I. LOS ANTECEDENTES DE LA FILOSOFÍA GRIEGA.
La sociedad griega arcaica.
La religión griega y la estructura del pensamiento prefilosófico.
La religión griega, como otros aspectos de la civilización, es el resultado de la combinación de un conjunto de factores geográficos, políticos, sociales, económicos o raciales.
El primer estadio de esta religión se encuentra en Creta, en la civilización minoica. Esta religión, empero, sucumbió ante la invasión de los pueblos indoeuropeos, que impusieron su cultura, aunque aprovecharon elementos minoicos en su religión.

La religión de la subsiguiente civilización micénica, poco conocida, sufrió los avatares de la invasión doria, portadores de nuevos ideales, que se fundieron con los anteriores en la época arcaica, hacia los siglos IX-VIII aC.



Monte Olimpo, una montaña real y mítica morada de los dioses.

Se pueden encontrar los rasgos específicos de la etapa arcaica en las epopeyas homéricas, que ejercieron un influjo poderosísimo en la formación de la conciencia religiosa helénica. Homero, aunque no creó los dioses, sí organizó jerárquicamente el mundo divino (localizado en el monte Olimpo) bajo la soberanía de Zeus, como un señor que reina sobre vasallos bastante rebeldes. En Homero apenas hay restos de magia, de superstición o de culto a los muertos. Su religión fue una religión purificada, aristocrática, que se opone a la religión popular de raíz agrícola, y desemboca en un sistema fatalista y represivo, pues crea unas fronteras claras entre la divinidad y los hombres. El intento de sobrepasarlas fue considerado un pecado de soberbia (la hibris), una insolencia duramente castigada por los dioses. 



El dios griego Apolo.

Fue, asimismo, la base de la corriente apolínea de la religión arcaica, con máximas délficas como «nada en exceso» y «conócete a ti mismo».


El dios griego Dionisos.

Por contra, la corriente dionisíaca, inspirada por el culto libre y orgiástico al dios Dionisos, fomentó una unión mística entre el hombre y dios, mediante ritos colectivos.
La religión griega aportó la idea de que el mundo no había sido creado por los dioses, que sólo habrían intervenido en su transformación. El mundo, que existía en forma de caos, se transformó sucesivamente hasta convertirse en orden (cosmos), como explica el poeta Hesíodo.
Dado que en la Grecia antigua no existió una clase sacerdotal ni un cuerpo dogmático de doctrina, los filósofos y los poetas tuvieron libertad para elaborar sus propias creencias e interpretaciones, y, de este modo, al lado del culto oficial de la ciudad, con un ritual y unos cultos establecidos oficialmente, surgió una religiosidad personal que se interesaba por el sentido del mundo y del sufrimiento. Esta religiosidad griega incluso tendió al monoteísmo (en los casos de Esquilo, Píndaro, Eurípides, Platón). En conjunto, manifestó un gran equilibrio de los diversos elementos que la constituían, hasta la época de Alejandro, cuando se evidenció una crisis política (del modelo de la polis) y religiosa (por la influencia de las religiones orientales y el desarrollo del racionalismo). Entonces, los sabios se separaron de los rituales tradicionales y se abocaron a aceptar las divinidades orientales o a desarrollar las doctrinas monoteístas de ascendencia platónica, sobre todo el neoplatonismo elaborado por Plotino, tal vez el mayor contrincante intelectual del primer cristianismo.
En un sentido más específicamente ritual, la griega es una religión mitológica, politeísta, con múltiples dioses para las distintas tribus griegas (de origen indoeuropeo por etnia y religión) pero con una unidad básica por la fusión cultural y étnica y la existencia de los orá­culos de Delfos, Delos y Olimpia, que dominaban gran parte de las decisiones de colonización, guerras, paces, etc., y recibían la visita y la ofrenda de los ciudadanos. Los templos y los santuarios se beneficiaron de una religiosidad entendida como competencia de los individuos y los Estados para ganarse el favor de los dioses. Nunca hubo una casta sacerdotal muy desarrollada, sino que los ciudadanos más prestigiosos se turnaban en los cargos, salvo algunas excepciones (vestales y augures).


Los dioses eran poderosos, benévolos y duros a un tiempo, con apariencia y cualidades humanas (virtudes y vicios). Zeus y su esposa Hera eran los señores del Olimpo, dondes estaban rodeados por los otros dioses. Zeus provocaba la lluvia, los rayos y truenos, mantenía el orden y la justicia en el mundo. Atenea protegía a Atenas y a los artesanos, Poseidón a Corinto y a los navegantes, Apolo a la juventud, Afrodita al amor. Era una religión dominada por los ritos y las fiestas alegres. La adivinación y los cultos mistéricos se extendieron entre el pueblo llano. En Eleusis se celebraban los famosos cultos mistéricos a Démeter, Dionisos y Orfeo. También creían en la existencia de criaturas fantásticas: ninfas, sátiros, centauros, Gorgona, arpías, esfinges... todas ellas relacionadas con las fuerzas misteriosas de la naturaleza, y que se suponía que vivían en los bosques, en las proximidades de las fuentes y en las colinas.
En Olimpia se desarrollaron desde 776 aC a 393 dC los Juegos Olímpicos cuatrienales, con un carácter tanto deportivo como religioso (en honor de Zeus), verdaderas fiestas panhelénicas, en las que se suspendían las guerras y que han sido el modelo para los actuales Juegos Olímpicos.

Las fuentes del pensamiento griego.
La influencia oriental.
Los mitos griegos.
Gigon considera que la causa original de la filosofía es la reflexión y la literatura del mito. En cambio, para Vernant, la filosofía nace de los problemas emanados de la evolución política y social de las ciudades-estado griegas.

Hirschberger sostiene que la filosofía nace de la reflexión sobre los mitos, entendidos estos como respuestas del pueblo a las grandes cuestiones en torno al mundo, la vida, los dioses y los hombres. En la misma Antigüedad, Aristóteles creía que la cuestión religiosa estaba en el centro de las primeras reflexiones y, así, se refería a los «antiguos» como los que «al principio teologizaron» (oi protoi teologesantes).

La filosofía griega entre el Mythos y el Logos.
¿Dónde el mito comenzó a convertirse en razón? ¿Cuándo la literatura alumbró la filosofía? ¿Es este el orden correcto de la evolución del Espíritu humano? Ya usar este concepto hegeliano o referirnos a tales supuestos implica aceptar un juego infinito en sus modalidades, eterno en sus momentos.
Gigon escribe: «El espíritu griego ha comenzado reflejándose en la poesía» [Gigon. Los orígenes de la filosofía griega. 1968: 13.]. Es tan cierto que todos los estudiosos de la historia de la filosofía han meditado en alguna ocasión si toda filosofía antigua no tendrá sus orígenes en la literatura. Esa unión que tan extraordinarios frutos dio se rompió cuando se puso el pensar bajo la invocación de los poderes terrenales, hasta cuando una recuperación iniciada por Nietszche culminó con los trabajos de Heidegger y Sartre, y a partir de entonces las dos disciplinas marcharon juntas.

Ciencia y filosofía en la Grecia Antigua.
Como derivación de la filosofía se desarrolló en Grecia la ciencia, con el médico Hipócrates, los geógrafos Estrabón y Ptolomeo, los astrónomos Hiparco y Ptolomeo (el mismo anterior, autor de la teoría geocéntrica, con la Tierra como centro del Universo), la historia de Heródoto y Tucídides (Historia de la guerra del Peloponeso). También crecieron las matemáticas (Pitágoras, Euclides), la física, la biología...

El problema de la naturaleza.

Los primeros filósofos.

Las cosmogonías míticas en la Grecia Antigua.
Los poetas Homero y Hesíodo son los primeros que articulan las versiones “canónicas” de los mitos sobre el origen de los dioses (teogonías) y del mundo (cosmogonías).

El orfismo.


Mosaico de un misterio órfico.

Según uno de los mitos órficos (de origen ario y que llegaron a Grecia a través de Tracia) sobre el origen del mundo, el primer principio del cosmos fue un dragón con las cabezas de un toro y de un león; en el centro tenía el rostro de un dios y en los hombros alas. Fue conocido como el dios del tiempo, que no envejece. El dragón desprendió de sí una triple substancia seminal, el húmedo éter (cielo, bóveda celeste), el abismo ilimitado y la nebulosa oscuridad, y finalmente el huevo del mundo. Vemos en este mito un acusado paralelismo con la iconografía del Tetramorfos cristiano: el águila (San Juan), al hombre alado (San Mateo), el ternero (San Lucas) y el león (San Marcos), con Dios en el centro. No podemos obviar la tentación de considerar que el cristianismo aprovechó, transformándolo, el mito órfico de la Creación.

Homero.


Escultura griega representando a Homero.

Según la mitología de Homero, habría que buscar la causa de todo el devenir en las divinidades marinas Océano y Tetis, y en el agua por la cual juran los dioses y que los poetas llaman Estigia. Será un precedente de la tesis de Tales.

Hesíodo.


Escultura griega representando a Hesiodo. Nótese la semejanza en la tipología con la anterior.

¿Es Hesíodo el primer filosofo? Gigon sostiene que el poeta Hesíodo es el primer filósofo, antecediendo a Tales.
Esta opinión no es compartida por la mayoría de los historiadores de la Filosofía. Así, Capelle considera que la importancia de la reflexión cosmogónica de Hesíodo y de los primeros órficos es: «relativamente insignificante para el surgimiento y el desarrollo de la Filosofía griega. Porque el espíritu de estos teólogos (...) está todavía prisionero de la manera de pensar mítica. (...) Estas reflexiones teo-cosmogónicas (...) debían impedir más que fomentar en su conjunto el nacimiento de la Filosofía; pues precisamente las rocas “míticas” del total de estas representaciones tenían que ser destruidas si debía hacerse posible un auténtico pensamiento científico.» [Capelle. Historia de la filosofía griega. 1954: 10-11.]
En realidad, los conceptos filosóficos en la obra de Hesíodo son muy escasos. Los principios ontológicos del pensar hesiódico son: Verdad, Principio, Todo.
- La pretensión de enseñar la verdad.
- La cuestión de los orígenes del hombre.
- La cuestión del Todo.
La concepción cosmológica en Hesíodo es mítica. Los tres elementos del Cosmos son descritos en la Teogonía como puras entelequias: Caos, Tierra y Eros. Como elemento originario (junto al caos y el eros) el éter sustituye a la Tierra.

Los 'siete sabios'.

I. LOS PRESOCRÁTICOS EN JONIA.
El nacimiento de la filosofía en Mileto.
La filosofía (que se confunde al principio con la ciencia) nació en Mileto (Asia Menor) a comienzos del siglo VI aC, como una forma de poesía que se interrogaba sobre las grandes cuestiones del hombre, como el origen de la naturaleza, la existencia del alma humana o los límites del conocimiento.
Los milesios fueron los primeros que pasaron de las explicaciones míticas (imaginación acrítica) a las explicaciones racionales del logos (razón crítica). El pensamiento racional aparece así en la historia de la Humanidad.

La filosofía como Physis.
El espíritu científico también nació entre los primeros filósofos griegos en las colonias jonias del siglo VI aC. En el problema del origen de las cosas sustituyeron los mitos de procedencia oriental por la noción de una sustancia permanente y de una ley del devenir. Tal sustancia era para unos el agua (Tales), para otros el aire (Anaxímenes), o el fuego (Heráclito), o el indefinido (Anaximandro). 

La sociedad jonia.


Plano de Mileto, con su estructura hipodámica, después de su reconstrucción en la segunda mitad del siglo V aC.

La primera patria de la filosofía fue Mileto, la más poderosa de las ciudades jonias griegas de Asia Menor en el siglo VI aC. Estas se habían sometido voluntariamente al poderoso Imperio persa, que estableció una soberanía más nominal que real, solicitando tributos y dejando a sus lejanos súbditos una amplia autonomía política y económica. Pero justamente la prosperidad y éxito de los jonios bajo la soberanía persa les llevó finalmente a una rebelión (496-493), para la que contaron en Grecia con la ayuda de Eretria y Atenas, y en la que Mileto acabó por ser destruida (494), emigrando muchos de los ciudadanos a otros lugares.  Más tarde, después de la victoria griega en las Guerras Médicas, fue reconstruida, según un plan regular o hipodámico (planeado por el urbanista Hipódamo).

El comercio en las ciudades de Asia Menor.


Puerta del principal mercado de Mileto (siglo II dC). Museo Pergamon de Berlín. La construcción pertenece al arte romano, pero muestra la duradera riqueza de la ciudad.
La riqueza de Mileto se basaba en el comercio con la rica zona interior, con la Grecia continental, así como con las colonias milesias en el Mar Negro (fuente de trigo y esclavos) y en el Mediterráneo occidental.

Las nuevas clases sociales.
El comercio, la construcción naval, la artesanía, y el cultivo de vino y aceite, favorecieron la creación de una clase media rica y poderosa, algunos de cuyos miembros pudieron dedicarse enteramente al ocio, la meditación y la investigación.

Filosofía y necesidades prácticas.
Estas nuevas actividades intelectuales tuvieron desde el principio una orientación fundamentalmente práctica: la astronomía, la navegación y la explicación de los fenómenos atmosféricos.

LOS MILESIOS.
Tales de Mileto.



El filósofo griego Tales de Mileto vivió c. 640 o 625-c. 546 aC. Nació en Mileto (Jonia, en Asia Menor) y se cree que vivió 78 años y que su madre fue de origen fenicio. Fue considerado uno de los Siete Sabios de Grecia. Tales alcanzó la fama por sus conocimientos de astronomía después de predecir el eclipse de sol que ocurrió el 28 de mayo del 585 aC. Se dice también que introdujo la geometría en Grecia. La información disponible acerca de su pensamiento es escasísima y, en muchos casos, digna de poco crédito. Tales no dejó escritos; el conocimiento que se tiene de él procede de lo que se cuenta en la Metafísicade Aristóteles.

Tales: La utilización del saberSaber y experiencia.
Diversas anécdotas, de las que dan cuenta pensadores e historiadores en varios siglos posteriores a su tiempo (Heródoto, Platón y Aristóteles, principalmente), le atribuyen una personalidad polifacética, en la que las actividades de filósofo, matemático y astrónomo se combinan con sus supuestas aptitudes como hombre de Estado, negociante e ingeniero. Aristóteles le considera el fundador de la filosofía del principio primero, característica de la escuela jónica.
Según Tales, el principio original de todas las cosas es el agua, de la que todo procede y a la que todo vuelve otra vez. En la cosmología que se le atribuye, la tierra sería una especie de disco flotante en el océano. Antes de Tales, las explicaciones del universo eran mitológicas, y su interés por la sustancia física básica del mundo marca el nacimiento del pensamiento científico.

Anaximandro y los orígenes de la cosmología griega.


Fragmento de un relieve griego representando a Anaximandro. [http://www.filosofia.org/cur/pre/axima.htm]

El filósofo, matemático y astrónomo griego Anaximandro (c. 611-c. 547 aC), nació en Mileto. Discípulo y amigo del filósofo griego Tales de Mileto, Anaximandro, como científico, está considerado el descubridor de la oblicuidad del eclíptico, que es el ángulo en el que el plano de la eclíptica está inclinado al ecuador celeste. También se considera que introdujo el reloj de sol en Grecia e inventó la cartografía.
La contribución más relevante de Anaximandro fue elaborar la más temprana obra en prosa en relación al cosmos y los orígenes de la vida, y algunas veces es mencionado como fundador de la cosmología. Concebía el universo como un número de cilindros concéntricos, de los cuales el más exterior es el Sol, el del medio la Luna y el más interno contiene las estrellas. Dentro de estos cilindros está la Tierra, sin base firme y en forma de bombo.
Anaximandro postulaba el origen del universo como el resultado de la separación de opuestos desde la materia primaria. Así, el calor se movió hacia fuera, separándose de lo frío, y después lo hizo lo seco de lo húmedo.
Además, sostenía que todas las cosas vuelven con el tiempo al elemento que las originó, aparentemente en un ciclo eterno.

El apeiron.
El fragmento de Anaximandro: sus interpretaciones.

Anaxímenes.


Cabeza griega representando a Anaxímenes.

El filósofo griego Anaxímenes (c. 570-500 aC), conocido como filósofo de la naturaleza y científico, fue el último miembro de la escuela jónica fundada por el filósofo Tales y, como este, también nació en Mileto.
Anaxímenes afirma que el aire es el elemento primario al que todas las demás cosas pueden ser reducidas. Para explicar cómo los objetos sólidos se forman a partir del aire, introduce las nociones de condensación y rarefacción. Estos procesos, afirma, transforman el aire, en sí mismo invisible, en entidades visibles —como el agua, el fuego y las materias sólidas—. Piensa que el aire se calienta y se vuelve fuego cuando se rarifica y que se enfría y se vuelve sólido al condensarse.
La importancia de Anaxímenes no radica en su cosmología sino en su intento de descubrir la naturaleza última de la realidad.

HERÁCLITO.
HeráclitoVida y obra.


Ribera. Heráclito (c. 1630). Óleo sobre tela (118,5 93,4). Col. Museo de Bellas Artes de Valencia. [http://www.cult.gva.es/mbav/data/es06115.htm] Una visión naturalista y tenebrista del pensador, congruente con el realismo y el pesimismo existencial del pensamiento barroco.

El filósofo griego Heráclito (c. 540-c. 475 aC) nació en Éfeso, una antigua e importante ciudad griega en Asia Menor, muy activa en el comercio entre Asia y Europa. Se cree que tuvo importantes cargos públicos en su ciudad y que fue un reputado legislador.
Es llamado algunas veces “el oscuro”, debido a su vida solitaria, y a la oscuridad y misantropía de su obra filosófica. Se le atribuye una única obra, De la Naturaleza de las cosas, aunque algunos autores sostienen que también escribió un libro sobre las leyes. Numerosos fragmentos fueron preservados por escritores posteriores y se pueden encontrar recopilaciones modernas.

Los temas del pensamiento de HeráclitoDialéctica y Logos.
Heráclito fue uno de los iniciadores de la metafísica griega, aunque se integra mejor en la escuela jónica de la filosofía griega. Sus dos ideas básicas son que el fuego es el origen primordial de la materia y que el mundo entero se encuentra en un estado constante de cambio.
Considera el fuego como la sustancia primordial o principio que, a través de los procesos de condensación y rarefacción, crea los fenómenos del mundo sensible.
Incorpora a la noción de “ser” de sus predecesores el concepto de “devenir” o flujo, al que considera una realidad básica subyacente a todas las cosas, incluso a las más estables en apariencia, de modo que el mundo entero se encuentra en un estado constante de cambio. Para aclararlo con un ejemplo plausible, afirma que: "No podemos bañarnos dos veces en el mismo río".
El logos, entendido con varias acepciones como la palabra, el diálogo, el orden y lo permanente, rige el cambio o devenir, actuando como una ley inmanente al mundo.
El cambio o devenir se produce mediante una lucha o tensión entre contrarios, que a su vez genera el movimiento. Como ejemplo pone que a la paz sigue la guerra y a ésta nuevamente la paz: “La guerra es la madre de todas las cosas.
El movimiento sigue la regla del “eterno retorno”: todo retorna eternamente sobre sí mismo y pone como ejemplo que al terminar el gran año solar todo vuelve a comenzar y a repetirse, en ciclos sin fin.
En ética, introduce un nuevo énfasis social, puesto que la virtud consiste en la subordinación del individuo a las leyes de una armonía razonable y universal. Aunque su pensamiento está influido por la teología popular, ataca los conceptos y ceremonias de la religión popular de su tiempo.

El lenguaje de los fragmentos.

Heráclito en la historia de la filosofía.
Heráclito influyó notablemente en los pensadores posteriores, desde la Antigüedad, por su teoría de la dialéctica, que se refleja en las ideas de Aristóteles sobre el cambio. En el Barroco su obra se interpreta como una reflexión sobre la caducidad y el azar de la vida, cuyos destinos rige la providencia divina.
Sus fragmentos influyen en los pensadores ilustrados franceses del siglo XVIII que tratan el tema del progreso de la Humanidad, y a través de ellos su influjo alcanza a Hegel y su teoría del desarrollo dialéctico, y a Karl Marx, quien redactó su tesis doctoral sobre Heráclito y cuyas ideas se reflejan en su materialismo dialéctico.
Para Franco Rella la línea de pensamiento dialéctica, radicalmente moderna, se remonta a Heráclito, quien ya decía que no era Eros quien da origen al mundo sino Eris, el conflicto (que no se resuelve nunca en la eliminación de las partes). De aquí Rella pasa a estudiar la tragedia griega, no como relato de acontecimientos luctuosos sino como forma de pensamiento: la fluidificación de los confines (La Orestíada), la admisión de lo que es diverso (Los persas), la discusión de lo que pertenece a la ciudad y de lo que está fuera de ella (Antígona), el conflicto entre lo humano y lo divino (Prometeo encadenado), lo masculino y lo femenino (Medea). No es casual que el pensamiento trágico se produzca al tiempo que la democracia en Atenas y que muera con ésta.

LOS PITAGÓRICOS.
Pitágoras y los llamados pitagóricos.
En el otro extremo del mundo griego, en Sicilia y en la Magna Grecia (Italia meridional), los pitagóricos aportaron a nuestra civilización uno de sus caracteres decisivos: el desarrollo de las matemáticas, y la idea de aplicarlas al conocimiento de la naturaleza. 

Armonía, Cosmos, Nomos.
Pitagorismo y política.
La actualidad del pensamiento pitagórico.
La antropología de Alcmeón de Crotona.
La mística del siglo VI.

LOS ELEATAS.
Jenófanes de Colofón.
Jenófanes de Colofón (570-475 a. C.) fue un filósofo y poeta griego presocrático. Es considerado uno de los fundadores de la filosofía griega, y su obra tuvo una gran influencia en los filósofos posteriores, como Parménides y Empédocles.
Jenófanes fue un gran viajero, y visitó muchas partes de Grecia y del Mediterráneo. Sus viajes le permitieron conocer las diferentes culturas y religiones de la época, y le llevaron a cuestionar las creencias tradicionales de su propia cultura.
La filosofía de Jenófanes se centra en tres temas principales: la teología, la naturaleza y el mundo físico, el conocimiento humano y sus límites.
La teología.
Jenófanes fue un crítico radical de los dioses antropomórficos de la religión griega tradicional. En su obra, afirma que los dioses griegos son creaciones humanas, y que no tienen nada que ver con la realidad.
Según Jenófanes, el verdadero Dios es único, inmóvil, eterno e incorruptible. Es un ser perfecto, que no tiene nada en común con los seres humanos.
La naturaleza y el mundo físico.
Jenófanes también se interesó por la naturaleza y el mundo físico. En su obra, afirma que el mundo es una unidad, y que está gobernado por leyes naturales.
Jenófanes rechaza la idea de que el mundo sea creado por los dioses. En su opinión, el mundo es eterno, y se ha desarrollado de acuerdo con leyes naturales.
El conocimiento humano y sus límites.
Jenófanes también reflexionó sobre el conocimiento humano y sus límites. En su obra, afirma que el conocimiento humano es limitado, y que está condicionado por nuestros sentidos y nuestra forma de pensar.
Jenófanes desestima la idea de que el conocimiento humano sea absoluto. En su opinión, el conocimiento humano es siempre provisional, y está sujeto a cambios.
Las ideas de Jenófanes tuvieron una gran influencia en el desarrollo de la filosofía griega. Su crítica de la religión tradicional y su concepción del mundo como una unidad, contribuyeron a la formación del pensamiento racionalista.

Elea y la estructura social de las colonias en la Magna Grecia.
Parménides y la filosofía del ser.

Parménides de Elea estableció la absoluta unicidad e inmovilidad del ser y su discípulo Zenón de Elea ilustró esta teoría con sus famosas aporías.

Verdad y opiniónLas interpretaciones del poema de Parménides.

EMPÉDOCLES.
El filósofo griego Empédocles (c. 483-c. 430).


Vida.
Empédocles nació en Agrigento de Sicilia, en ‑483/482 y falleció h. ‑430. Pertenecía a una familia noble, se supone que con bastantes medios económicos, que le permitirían obtener una óptima educación a la vera de Pitágoras, aunque algunas fuentes señalan que pudo recibir educación también con Parménides, Jenófanes y Anaxágoras. En la Antigüedad se le consideró un profeta y taumaturgo que recorría la Magna Grecia con sus habilidades de orador y mago. Diogenes Laercio recoge muchas versiones sobre su muerte y la más divulgada sostiene que se arrojó al cráter del Etna, para que su misteriosa desaparición fuera considerada como un prodigio.

La nueva idea de la naturalezaEl amor y el odio.
Su interés por la cosmología le alinea con la escuela jónica. No reconoce un único principio creador del universo (arjé), sino que, recogiendo una tradición mítica, concibe el universo integrado por cuatro elementos (o raíces): la tierra, el agua, el aire y el fuego. Junto a éstos admitió dos coprincipios, el amor y el odio, como fuerzas externas que operan sobre estos elementos y son responsables del movimiento y del cambio.
Partidario de la concepción cíclica que defiende que el universo se genera y destruye periódicamente. La aparición y destrucción del mundo se produce a causa de la unión o separación de éstas cuatro raíces elementales. En el período inicial los elementos permanecen entremezclados formando una inmensa esfera y unidos por el amor. Poco a poco, la discordia se instala en su seno hasta que los separa y construye, paulatinamente, el mundo que habitamos; con el retorno del amor recomienza el proceso. Esta alternancia de poder entre las dos fuerzas constituye la ley cósmica, eterna e inviolable. Sus teorías religiosas, propiamente órficas, concuerdan con su cosmología, ya que el mundo es la sede del odio y su repetición es una condena insalvable, por lo que el hombre virtuoso debe liberarse por la purificación de su sujeción al cuerpo. De ésta forma salvará su alma y evitará la reencarnación.
Su teoría de los cuatro elementos dio origen a una corriente de medicina que interpretó la salud como el resultado de la debida proporción entre lo seco, lo húmedo, lo cálido y lo frío.

ANAXÁGORAS.
La teoría del Nous en Anaxágoras.

EL ATOMISMO.
El atomismo y la composición de la materia.
Leucipo.
El enigma de Demócrito.
Demócrito, a finales del siglo V aC, dio una formulación nueva a las nociones de una sustancia permanente y de una ley del devenir: el atomismo, que reduce todos los cuerpos a partí­culas indestructibles, que los constituyen o los disuelven con sus encuentros o choques.
Capelle, como Windelband, le incluye entre los grandes pensadores sistemáticos, ya en el segundo periodo de la filosofía griega, el ático. Sus razones son que es unos diez años más joven que Sócrates, su problemática está influida por los sofistas y funda un gran sistema filosófico (al par de Platón y Aristóteles) que aborda casi todos los temas importantes, salvo la lógica. En el mismo sentido, Paul Wendland señala que «sus estudios lingüísticos y literarios, sus consideraciones histórico-culturales, la orientación de su ética, están más bien emparentados con las pretensiones de los sofistas.» [Capelle. Historia de la Filosofía griega. 1954: 12.]
Pero la mayoría de los tratadistas colocan a Demócrito entre los presocráticos, junto a su maestro Leucipo, en atención a criterios didácticos, como el que de su obra nos haya quedado tan poco. Lo cierto es que, al parecer, la mayor parte de sus obras fueron destruidas por sus encarnizados enemigos, en su mayoría discípulos platónicos.

Materialismo e idealismo: los orígenes de una alternativa filosófica.

LOS SOFISTAS.
Continuidad y discontinuidad en la historia de la filosofía.
La Polis griega y la democracia.
Los principales pensadores griegos fueron críticos de la democracia: Sócrates pereció a sus manos, Platón la rechazó, Aristóteles consideraba necesario limitarla. El ideal de una constitución mixta, como preferible a las formas puras de monarquía, oligarquía y democracia, es propia del pensamiento clásico y ha sido muy influyente hasta el siglo XX. La Antigüedad no conoció formas de democracia aplicables a ámbitos más amplios que el de la ciudad-estado y Aristóteles afirmaba que una ciudad de más de 100.000 ciudadanos no podía ser una polis.

Nomos y Physis.
Los sofistas como educadores.
El problema del Logos y la expansión del pensamiento.
Protágoras y el fenómeno del conocimiento.
Gorgias.
Ética y lenguaje.
La retórica.
La Paideia griega.

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